Veinte poemas infantiles del barrio La almóndiga
nuevo libro de
Iván Quinteros
“Infancia e imaginación son un solo cuerpo, no hay escisión
posible. Es durante ese lapso de nuestras vidas que la magia realiza su milagro.
Las dimensiones, las medidas, las proporciones, los sabores, los colores, se
rigen por otros parámetros. El sol, la luna están tan al alcance de la mano,
como el devenir de los próximos años se manifiesta distante. A años luz. En el
presente continuo de ese momento irrepetible, para mañana falta un montón.
Tanto que no tiene sentido pensarlo. ¿Alguien puede ponerlo en duda?
En ese disfrute, que es la vida sin más, lo que está cerca
se hace carne y verbo. Es la palabra que nos nombra y nos identifica. Tal como
lo pronunciamos lo vivenciamos. Nuestra lengua señala y el corazón advierte.
Así, en el territorio de la imaginación, la cercanía más
familiar, el barrio, se convierte por su propio peso, en una geografía
inconmensurable. ¿Hasta dónde se extienden sus límites? Es el universo y todos
sus sentidos. Los astros, las calles, la familia, los amigos, los animales, las
plantas. Todo aquello que nos rodea, sea de manera concreta o solo soñada forma
parte de ese microcosmos. De esta manera se instalará en la memoria para
permanecer durante el resto de nuestra existencia.
Iván Quinteros en su doble vocación de escritor y docente,
conoce bastante de esto. Sabe porque lo vive y sueña todos los días en el aula,
en el trabajo, en el escritorio. Y del encuentro de sus sueños y su labor
cotidiana nació el barrio La almóndiga.
En esa jurisdicción de la fantasía, recorrerán sus calles,
Úrsula, la detective; Ninfa, la jirafa; Miguel es pera; la familia cocotero;
Teodora, la vendedora de sueños, y otros tantos personajes. Como a toda patria
que se reconozca como tal, no podrá faltarle un “Himno”, ni una biblioteca que
es, tal vez, junto con la escuela, el primer escalón hacia la conquista de la
liberación personal y colectiva.
En la tradición argentina de poesía infantil inaugurada por
José Tallón, consolidada por María Elena Walsh, y luego multiplicada por tantas
y tantos escritores, Quinteros encuentra un lugar donde instalar su barrio, y
compartirlo con nosotros. Las puertas de La almóndiga están abiertas. ¿Quién se
anima a entrar?”. (Gito Minore)
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